La idiosincrasia de Wes Anderson como patrón estético contemporáneo

La idiosincrasia de Wes Anderson como patrón estético contemporáneo

Irene Weiss

Palabras clave: Nouvelle Vague, cine de autor, dirección de arte, idiosincrasia, Wes Anderson

 

El definido estilo de ciertos artistas y autores ha resonado y permeado en todo tipo de esferas gracias a la influencia interdisciplinaria y el rápido flujo de modas actual. Al hablar de la producción audiovisual, en ciertas ocasiones se impone un estilo de directores, fotógrafos, o actores que ha llegado a cambiar la historia del arte. El director estadounidense Wes Anderson es renombrado por su marcada estética caracterizada por la simetría, una paleta clara de colores pastel, el desarrollo de personajes extravagantes y una dirección de arte particular que se imprime como un sello en todas sus producciones. Él, que es uno de los exponentes contemporáneos de la teoría del cine de autor de la Nouvelle Vague, ha sido capaz de consagrar una estética singular que influencia a diferentes disciplinas como la fotografía y la moda. Al estudiar el surgimiento de este movimiento vanguardista francés, se pretende entender la manera en la que este director plantea su punto de vista y logra instaurarlo como un estilo en el siglo XXI. Por medio del análisis formal de fotogramas de sus películas, The Royal Tenenbaums (2001),  Fantastic Mr. Fox (2009) y Moonrise Kingdom (2012), será posible reconocer los patrones y estrategias del director para luego compararlos con estilos desarrollados en otras disciplinas, además de visibilizar su gran influencia en las redes sociales.

Para empezar, es necesario entender la teoría del cine de autor, y así analizar brevemente su impacto en la manera de hacer cine a mediados del siglo XX. Alexandre Astruc, crítico de cine francés, publica en 1948 el artículo “Naissance d’une nouvelle avant-garde: La caméra-stylo”, en donde plantea la idea de un cine de autor: un trabajo en el que el director es quien toma todas las decisiones de escritura, producción y posproducción, plasmando así su estilo en todos los aspectos de la película (manejo de cámara, dirección de arte, guion, desarrollo de personajes, etc.). En términos de Astruc, el cine no debía mostrar la realidad, sino escribir en imágenes la visión de sus creadores sobre la realidad. El planteamiento de esta teoría surgió en revistas de cine y fue material de discusión e inspiración para muchos cineastas y críticos. Astruc, quien siguió escribiendo en diferentes periódicos, resaltaba a Orson Welles, con su película Citizen Kane (1941), como uno de los cineastas que estaba imponiendo las bases para un futuro. Cineastas de la Nouvelle Vague como Jean-Luc Godard y François Truffaut comenzaron a poner esta teoría en práctica al producir un cine que tenía enteramente su sello personal. Con obras como Les quatre cents coups (1959) y À bout de souffle (1960), la personalidad de los autores se implanta en cada aspecto de las películas a través de contenidos autobiográficos o personales.  De esta forma, y como afirma Astruc, “The cinema is gradually becoming a language. By language, I mean a form in which and by which an artist can express his thoughts, however abstract they may be or translate his obsessions exactly as he does in the contemporary essay or novel. That is why I would like to call this new age of cinema the age of caméra-stylo”.[1]

Al entender esta posición vanguardista de los cineastas franceses es fácil relacionarla con la postura contemporánea de Wes Anderson como un director que se presenta como autor máximo de su obra. Él, como artista, sustrae y transforma las influencias de los cineastas franceses, de manera similar al movimiento de cámara y el desarrollo de personajes de Truffaut, para convertirlos en un lenguaje propio. Más allá de tener un referente concreto, él se ve influenciado por un conjunto de tendencias que significaron un cambio de paradigma, permitiendo la distinción de su producción audiovisual del cine comercial o de estudio. Al hablar de sus películas ya se tiene una idea clara de lo que éstas implican: la dirección de arte, la paleta de color, la composición, el casting y el guion son creados y supervisados bajo los parámetros únicos de este director. Por esta razón, al instaurarlo como exponente contemporáneo de la Nouvelle Vague, se pueden entender las estrategias que usa como cineasta (como mantener una línea estética marcada por la simetría, el uso particular del color y el movimiento de cámara, entre otros) para salirse de los cánones del cine de estudio y lograr instaurarse como un autor relacionado con una estética específica.

Ahora bien, para entender la marca personal de Wes Anderson y visibilizar las cualidades que luego permean diferentes disciplinas estéticas del mundo contemporáneo es necesario analizar formalmente fotogramas de sus películas. Existen múltiples decisiones que marcan su estilo en el lenguaje cinematográfico, como el uso de un lente gran angular, el juego de líneas marcadas en el espacio y la minuciosa elección de objetos en escena. Este ensayo presenta dos de las variables más notorias de este director: la simetría y el color. Además, el gran impacto que generan hoy en día sus imágenes viene de la meticulosidad y el orden que reflejan sus espacios, pues sus escenarios están estrictamente organizados y transmiten así la idea de mundos casi perfectos estéticamente. Para empezar, una de sus manifestaciones estéticas más recurrentes en sus películas es la simetría. La mayoría de sus escenas tienen la peculiaridad de estar cuidadosamente balanceadas en su composición: ya sean espacios abiertos, planos generales o primeros planos, la línea que divide verticalmente la imagen en dos es de vital importancia. Como se puede ver en los anexos 1 y 2, el espacio está compuesto de tal forma exista esta división que, si bien no pretende un efecto espejo, organiza todos los elementos como los personajes (el niño que está exactamente en la mitad) y los objetos (el caballete es partido en dos) para generar balance.

[1] (Astruc 1948, 17-18)

Anexo 1. Moonrise Kingdom (2012)
Anexo 1. Moonrise Kingdom (2012)
Anexo 2. Moonrise Kingdom (2012)
Anexo 2. Moonrise Kingdom (2012)

En los anexos 3 y 5, por otro lado, la simetría tiene lugar en el punto de unión de los personajes. Esta composición que, acompañada del fondo, habla por sí sola de la relación entre los personajes en escena, además transmite el balance visual característico de todas las escenas de Wes Anderson. Cada plano pretende generar imágenes únicas, que resalten por su belleza y armonía. Escenas totalmente compuestas y ajustadas se encuentran en todas sus producciones y transmiten el mundo milimétricamente organizado del director.

Anexo 3. Fantastic Mr. Fox (2009)
Anexo 3. Fantastic Mr. Fox (2009)
Anexo 4. Fantastic Mr. Fox (2009)
Anexo 4. Fantastic Mr. Fox (2009)
Anexo 5. The Royal Tenenbaums (2001)
Anexo 5. The Royal Tenenbaums (2001)

El segundo aspecto característico de Wes Anderson es su manejo del color. Fácilmente se puede identificar una película por su marcada paleta de color, que utiliza colores complementarios, matizados hacia los mismos tonos pastel. Los anexos 8 a 10 son un estudio general de la paleta de color de los anexos 1 al 7 y que está presente en cada película. Si se compara un fotograma de cada película con estos colores, es muy clara la intención del director de mantener un hilo conductor visual a lo largo de la producción, que recae en la decisión en cada uno de los elementos del cuadro. Por ejemplo, el poster original de Moonrise Kingdom tanto como el vestuario distintivo de los personajes principales se mantienen en la gama de amarillos ocre, azul pastel y rojo. Este sello de Wes Anderson es uno de los más claros e influyentes en otras disciplinas, que van desde la fotografía arquitectónica y comercial hasta los diseños de Gucci. Al crear estos mundos complejos y habitados por personajes particulares, esta cuidadosa elección de paletas permite transmitir un significado complementario característico de los mundos de Wes Anderson. Pero más que eso es el constante control visual de la paleta de color el que ayuda, sin duda, a marcar la diferenciación de un estilo.

Anexo 8. Paleta de color Moonrise Kingdom
Anexo 8. Paleta de color Moonrise Kingdom
Anexo 9. Paleta de color Fantastic Mr. Fox
Anexo 9. Paleta de color Fantastic Mr. Fox
Anexo 10. Paleta de color The Royal Tenenbaums
Anexo 10. Paleta de color The Royal Tenenbaums

Ahora bien, para entender la influencia que tiene la estética de Wes Anderson en otras disciplinas solo es necesario navegar por redes sociales, encontrar videos musicales o mirar revistas de moda. En general, los espacios y ambientes meticulosamente dirigidos por este autor generan un gran placer plástico e imponen una estética tan clara y diferenciada que es fácil de reconocer. Aunque puede que la paleta de color se repita en diferentes artistas, o que la simetría sea un recurso recurrente en muchas obras, es el conjunto de decisiones tomadas por Wes Anderson el que logra crear una especie de sello internacional y permite referirse a cierto tipo de imágenes como “al estilo de Wes Anderson”. Para tener una clara idea de esta afirmación, sólo es necesario ver los anexos 11 al 15. Este es el trabajo de fotógrafos contemporáneos, que si bien no pretenden copiar al director, asimilan los patrones de su estética para proponer una propia, a la vez que extienden y continúan un legado visual.

El lenguaje de Maria Svarbova, por ejemplo, es minimalista, meticuloso en composición, presenta líneas fuertes en el espacio y tiene una paleta de color clara, con tonos pastel y contrastes de colores complementarios, que recuerdan a todos los recursos utilizados por Wes Anderson. Mundos como estos, con una unidad compleja, son protagonistas a la par que sus personajes particulares que, se podría decir, enuncian a personalidades tan curiosas como Suzy Bishop (Moonrise Kingdom) o Margot Tenenbaum (The Royal Tenenbaums). Al mismo tiempo, los espacios cuidadosamente capturados por Frank Bohbot o Nick Frank tienen un manejo similar de la simetría y control del espacio, como también un evidente manejo del color, muy sujeto a las paletas del cineasta. Es inevitable comparar el fotograma de Fantastic Mr. Fox (anexo 3) con la fotografía de Bohbot de la serie Little Odessa (anexo 13), pues la composición simétrica, los colores, el punto de fuga y los objetos enuncian una clara similitud.

Por último en cuanto a la expresión estética en otras disciplinas, es importante ver esta influencia en la moda y en las redes sociales. Como describe Gallagher en su artículo “A Brief History of Wes Anderson’s Influence on the Runway” (2017), este director ha logrado formar la sensibilidad “millennial” para conformar un estilo global e introducirse en las más grandes marcas de ropa del mundo. Diseñadores reconocidos se ven atraídos por la idea de absorber su esencia para proponer piezas y colecciones, como por ejemplo la colección de otoño de Gucci en el 2015, en donde se cita literalmente al cineasta como fuente de inspiración.[1] Simultáneamente Instagram, la red social de fotografía por excelencia, está inundada de fotógrafos que recogen esta estética o la apropian (algunas veces inconscientemente), dando cabida a una corriente estética ordenada, meticulosa y pastel, muy propia del siglo XXI. Como simple ejemplo, @accidentallywesanderson es una cuenta dedicada a recoger fotografías de todo el mundo inspiradas en la estética de Wes Anderson, que, como su nombre lo indica, son tomadas accidentalmente, o más bien, logran sacar de lugares comunes y cotidianos esta particular forma de ver el mundo.

Se podrían hacer más enumeraciones y comparaciones, pero el propósito de este ensayo es dejar marcados los principios visibles de una estética “a la Wes Anderson” que se pueden rastrear en nuestro mundo contemporáneo, como base para investigaciones futuras más detalladas y nutridas. Al hablar sobre el cine de autor se puede entender mejor la manera en la que el cineasta propone su mundo. Además, es posible evidenciar sus influencias y entender la evolución de un lenguaje que permite la instauración de figuras tan grandes como el director/autor de una obra. Es esta capacidad de convertirse en un expositor contemporáneo de esta teoría lo que le permite tener tal impacto. El cine de autor le dio la posibilidad permitió Wes Anderson desarrollar su estética de manera tal que marcara directamente al público, permitiéndole ser el mayor exponente y gran autor relacionado con esta producción estética. Esta figura de autor idiosincrático, da pie para estudiar el fenómeno de un estilo tan marcado, meticuloso y controlado como un fenómeno social  del siglo XXI. Tal vez es la necesidad de crear estos mundos más cómodos, organizados y coherentes, tal vez sólo sea una moda pasajera que lleve rápidamente a otro tipo de estética. Lo cierto es que es un estilo evidente y recurrente en este momento de la historia, que invita a reflexionar sobre su origen, su fuerte influencia, y a analizarlo como un fenómeno social que habría que estudiar con más rigurosidad. Por ahora me contento con dejar el tema enunciado, esperando que sirva para futuras investigaciones e inquietudes sobre el comportamiento de la estética contemporánea.

Anexo 11. De la serie Swimming pool. Maria Svarbova
Anexo 11. De la serie Swimming pool. Maria Svarbova
Anexo 12. De la serie Human Space. Maria Svarbova
Anexo 12. De la serie Human Space. Maria Svarbova
Anexo 13. De la serie Little Odessa, 2016. Frank Bohbot
Anexo 13. De la serie Little Odessa, 2016. Frank Bohbot
Anexo 14. De la serie House of Books, The Biblioteca Nazionale Marciana 01, Venecia, 2017. Frank Bohbot
Anexo 14. De la serie House of Books, The Biblioteca Nazionale Marciana 01, Venecia, 2017. Frank Bohbot
Anexo 15. De la serie Schools. Nick Frank
Anexo 15. De la serie Schools. Nick Frank

Bibliografía:

Astruc, Alexandre.  “The Birth of a New Avant-Garde: La Caméra-stylo.” The New Wave. Publicado originalmente como “Naissance d’une nouvelle avant-garde: La caméra-stylo”. L’Ecran français, 144 (1948): 17-22.

Gallagher, Brenden. 2017. “A Brief History of Wes Anderson’s Influence on the Runway”. Grailed. 25 de julio, https://www.grailed.com/drycleanonly/wes-anderson-style-influence

Gonzalo Polanco, Margarita, 2015. La estética en los filmes de Wes Anderson: La dirección de arte a través de la representación visual del cine de autor. Palermo: Universidad de Palermo

Neupert, John R., 2002. A History of the New French Wave Cinema. Madison: The University of Wisconsin Press

Pérez Cebollero, María. S.f. Recursos gráficos en la obra de Wes Anderson. Madrid: Universidad Politécnica de Madrid Escuela técnica superior de arquitectura.

Wise, Louis. 2018. “From Gucci ads to Instagram fads: how the Wes Anderson aesthetic took over the world”. The Guardian. 7 de abril, https://www.theguardian.com/film/2018/apr/07/from-gucci-ads-to-instagram-fads-how-the-wes-anderson-aesthetic-took-over-the-world

 

Anexos:

1,2. Fotogramas extraídos de Moonrise Kingdom (2012), Wes Anderson.

3,4. Fotogramas extraídos de Fantastic Mr. Fox (2009), Wes Anderson.

5,6,7. Fotogramas extraídos de The Royal Tenenbaums (2001), Wes Anderson.

8,9,10. Paletas de color extraídas de los fotogramas 1-7.

  1. De la serie Swimming pool (2014-2017), Maria Svarbova. https://www.mariasvarbova.com/swimmingpool-gnkl
  2. De la serie Human Space. Maria Svarbova. https://www.mariasvarbova.com/humanspace
  3. De la serie Little Odessa, 2016. Frank Bohbot https://www.franckbohbot.com/3140738-little-odessa
  4. De la serie House of Books, The Biblioteca Nazionale Marciana 01, Venecia, 2017. Frank Bohbot https://www.franckbohbot.com/houseofbooks
  5. De la serie Schools. Nick Frank http://www.nickfrank.de/schools-1

 

[1] Otros claros ejemplos son la declaración oficial de la influencia de Wes Anderson a Marc Jacobs en el 2008, o el guiño a Gwyneth Palthroy en The Royal Tenenbaums de Prada en el 2012. (Gallagher 2017)