Violencia, naturaleza y paisaje en In memoriam de Antonio Barrera: un análisis curatorial y paratextual de la colección de arte privada de Bancolombia

Violencia, naturaleza y paisaje en In memoriam de Antonio Barrera: un análisis curatorial y paratextual de la colección de arte privada de Bancolombia

Violencia, naturaleza y paisaje en In memoriam de Antonio Barrera: un análisis curatorial y paratextual de la colección de arte privada de Bancolombia

Por Mariana Ardila y Matilde Uribe

Antonio Barrera, In memoriam, 1977, imagen 27.5 x 43 cm, papel: 37 x 53 cm, serigrafía sobre papel edición 74/100. Colección privada Bancolombia, imagen tomada de: https://www.bogotaauctions.com/es/lote/2245-1862-1862/31-206-In-memoriam-Del-portafolio-Graficario-de-la-lucha-popular-en-Colombia

In memoriam (Del portafolio Graficario de la lucha popular en Colombia) es una serigrafía del artista colombiano Antonio Barrera (1977). Particularmente, el objeto de estudio de este ensayo será la edición 74 de 100, que se encuentra en la colección de arte de Bancolombia. Esta obra está dividida entre el cielo y la tierra por la línea del horizonte, creando dos secciones claramente separadas. El cielo empieza con un color azul oscuro hacia el borde superior del grabado pero va volviéndose más claro hacia el centro gracias a las nubes que insinúa el artista. Sin embargo, la parte en la cual nos enfocaremos será la tierra, que, de forma similar, empieza oscura en la parte superior para ir volviéndose más clara conforme baja la mirada del observador. Hacia el centro de esta sección vemos un cuadrado de un verde más oscuro que el resto de pasto que la rodea, sugiriendo que allí se encuentra una tumba. Este elemento es muy sutil y podría pasar desapercibido.

Aunque exploraremos el contenido de la obra, nuestro interés principal en el ensayo será pensar en cómo la forma en que la obra está expuesta puede afectar la interpretación del observador. Por ende, nuestra pregunta es fundamentalmente por las decisiones curatoriales de la exposición, ya que nos resultó extraño que una serigrafía acerca de la violencia, la cual está implícita en la obra y explícita en el proceso creativo de Barrera, estuviera agrupada con obras que le dan otra interpretación al paisaje más dirigida hacia una apreciación de su tierra y belleza. Además de que las obras que la rodean exploran una dimensión distinta del paisaje, tampoco hay ninguna mención explícita al carácter político de In memoriam. Consideramos que esta falta de menciones al tema de la violencia y la ubicación de la obra borran una de las temáticas principales del grabado y casi la hacen imperceptible para el espectador. A continuación, argumentaremos que las decisiones curatoriales de esta exposición reducen el tema de la violencia en la obra -tema fundamental para el artista-, privilegiando la exploración con el paisaje y la naturaleza.

Partiendo de las anteriores problemáticas, propusimos tres ejes principales como guía de la investigación. El primero busca contextualizar In memoriam tanto en un momento en la trayectoria artística de Antonio Barrera como en un momento histórico -y político- concreto. Allí, plantearemos que hay dos roles que ha cumplido la naturaleza y el paisaje en la obra de Barrera y que se ven reflejados en el grabado que examinará este ensayo: el paisaje como objeto de reflexión trascendental y como forma de denunciar la violencia. A partir de lo anterior, los siguientes dos ejes buscan explorar por qué las decisiones curatoriales en la exposición de Bancolombia privilegian la primera explicación e invisibilizan la segunda. Así, en el segundo eje exploraremos la disposición de la luz tanto en la obra en sí misma como en la exposición. Esto es importante porque, aunque la obra ya es oscura de por sí, las luces en la exposición generan un reflejo que hace que sea muy difícil de apreciar, privilegiando una interpretación más abstracta de la serigrafía. El último eje de análisis será la ubicación temática de In memoriam en la sección de la exposición que agrupa obras bajo el concepto de “Tierra”. Este eje pretende hacer un análisis paratextual de la obra, explorando cómo se ve afectada por los textos curatoriales que la rodean.

Contexto artístico en relación con la violencia y la naturaleza

 Antonio Barrera representó su sentido político y social en su arte desde que empezó la universidad. Por esto, el artista al principio desarrolló un estilo más realista y con connotaciones simbólicas, de activisimo y de crítica. Según el historiador del arte Álvaro Medina “Barrera testimonió su sentir de estudiante con un realismo no aminorado por el recurso simbólico”[1]. Así, continuó haciendo unos paisajes que también se adentraron sobre el tema de la soledad en el hombre, mostrando la experiencia transcendental en la naturaleza que Barrera deseaba plasmar en sus obras. En 1970, década en la cual fue producido In memoriam, el artista continúo con un enfoque particular en el contexto político, pronunciándose “en términos políticos ante la crisis general de la universidad colombiana. La atmosfera era de violencia”[2]. Esto nos habla de la importancia del contexto de violencia en la obra de Barrera, incluso, tratándose de un grabado con síntesis de elementos como lo es In memoriam. Barrera solía trabajar con pocos componentes, pero siempre aprovechó su simbolismo al máximo para tratar los temas de soledad y violencia, “un extraordinario ejemplo de arte comprometido por su concisión, síntesis y firmeza poética del mensaje”[3].

Por supuesto, esto no quiere decir que Antonio Barrera no tuviera una relación muy estrecha con la dimensión de la naturaleza. Él, desde su infancia tuvo la dedicación de mirar lo que lo rodeaba, observando profundamente los detalles de las plantas y los árboles “pasaba gran parte del tiempo al aire libre analizando todo lo que veía a mi alrededor”[4]. Esto lo llevó a hacer su primer paisaje, género artístico que le resultó fantásticamente, convirtiéndolo así en uno de los grandes paisajistas colombianos. Barrera logró algo muy fascinante para los observadores: una atmósfera. Por esto mismo, Miguel Miguel, quería que las personas se sintieran “partícipe[s] de las atmósferas efímeras y mutables que este artista colombiano nos ha creado”[5]. Las atmósferas que él hacía tenían como objetivo evidenciar las emociones que el artista tuvo cuando estuvo en relación con la naturaleza que está representando, no ella en sí, sino más bien lo que se captó, “ese trayecto que existe entre el artista y la naturaleza es un momento de contacto intenso. En ese ‘verla’ y plasmarla, no en cuanto vista sino en cuanto ‘sentida’ está el momento de creación”[6].

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos determinar que la naturaleza en la obra de Antonio Barrera era tratada en dos dimensiones por el artista: una contextualizada y política y otra trascendental y propia. A continuación, mostraremos cómo la exposición privilegió esta segunda dimensión de In memoriam, dejando de lado la interpretación política. Consideramos que no es erróneo darle más protagonismo a una dimensión sobre otra, pero sí argumentaremos que hubo una invisibilización casi total de la interpretación del grabado que gira en torno a la violencia y que esto es un desacierto de decisiones curatoriales

La luz en la exposición y el carácter abstracto de la obra

Vale la pena comenzar con algo que nos pareció esencial en la manera en la que la obra es percibida por el espectador: la disposición de las luces en la exposición. El lugar donde está ubicado el grabado es frente a un bombillo, el cual le refleja una fuerte luz a la obra casi desde cualquier lugar que se le mire. Aquí hay dos decisiones curatoriales que pueden llegar a ser muy perjudiciales: la primera es el lugar en donde están puestas la luz y la obra, y la segunda es el vidrio que está protegiendo el grabado, pues genera un reflejo que incrementa la dificultad de percepción de la obra y sus colores. Estas decisiones generan una incomodidad visual por parte del receptor y que este no pueda permitir apreciar el grabado en su totalidad -al menos en una primera mirada-, pues la disposición de la luz hace que múltiples aspectos de la obra desaparezcan o se vean disminuidos. Creemos que es importante tener en cuenta estas decisiones curatoriales pues, como propone la curadora Florencia Battiti: “todo discurso es de naturaleza narrativa y tiene una primera persona como narrador, este será quien, mediante acciones directas, arroje luz sobre algunos aspectos, oscurezca o borre otros, dentro del material disponible sobre el cual se construye la narración”.[7]

Aunque esta disposición de la luz en la exposición podría considerarse un error, es posible preguntarse si efectivamente lo fue, o si fue una acción consciente para que la tumba que mencionamos anteriormente no pudiera tener ningún tipo de protagonismo, esta vez por su falta de visibilidad. La tumba es el componente que relaciona la obra con la violencia, y ha sido invisibilizada en esta exposición, pues no entra en los estándares de la categoría “Tierra” -tema que trataremos más adelante-. Es muy sugestivo tratar de analizarlo desde ese punto de vista, considerando que “toda exposición de artes visuales se apoya fuertemente en una ‘jerarquía teleológica de significaciones’ y su carácter de presentación pública conlleva una poderosa voluntad de persuasión”[8], por lo cual no creemos que esto haya sido un error. Los curadores pudieron haber puesto las dos obras que están debajo de In memoriam -las cuales no tienen ningún vidrio y, por ende no reflejan la luz del bombillo- en la parte superior en vez de la serigrafía de Barrera (figura 1). Creemos que esta podría ser una decisión a propósito y con intención de afectar la percepción de In memoriam, pues, según Battiti, “las exposiciones son instancias narrativas cuyo anclaje institucional nunca es neutral. Son sistemas estratégicos de representación que alojan tensiones dentro de su propia estructura y, también, en relación al espacio institucional que las alberga”[9]. Así, consideramos que disminuir la interpretación de In memoriam que tiene que ver con la violencia fue una decisión narrativa, consciente y tomada institucionalmente.

Por otro lado, algo muy importante sobre la luz es la manera en la que esta (figuras 1 y 3), posiblemente sin desearlo, resalta una parte más abstracta de la obra. La relación que Antonio Barrera tuvo con su creación de obras abstractas es muy compatible con cómo se ve In memoriam con la luz y reflejo específicas de la exposición. Esto se debe a que la iluminación hace que la obra se perciba como dos franjas de color (figura 3) o, en palabras de Álvaro Medina sobre el momento de creación más abstracta de Barrera, como “dos áreas principales separadas por una nítida línea de horizonte”[10]. Si nos acercamos y nos ponemos a la altura indicada, por supuesto podemos notar la tumba, los detalles del pasto y el sombreado del cielo y tierra. Sin embargo, a primera vista, y gracias a la iluminación y la forma en que el bombillo alumbra directamente la obra, es que puede llegar a verse su aspecto más abstracto (figura 3).

Este puede ser un intento más por reducir el aspecto simbólico y lo transcendental de la atmósfera a los detalles de los oscuros, las texturas, la neblina; por simplemente simplificar todo en “dos planos, tierra (verde) y cielo (azul)”[11] sin tener en cuenta la relación del paisaje con la violencia. Miguel Miguel, en Les peintures récentes menciona sobre la obra de Barrera que, en muchos casos se enfoca en “la figuración pura y la abstracción; reivindica la figura por su ausencia y mediante espacios congelados de lo natural insinúa lo abstracto”[12]. Para nosotras, el grabado está en medio de ambas cosas que él menciona, porque de alguna manera al no ser figuración pura ni abstracción total, sino un poco de ambos, logra poner en diálogo una naturaleza congelada con una abstracción. Por esto, consideramos que es importante, curatorialmente, resaltar ambas dimensiones de la obra: la que conlleva una crítica política y la que hace una reflexión acerca de la naturaleza y la abstracción. Sin embargo, consideramos que en esta exposición se enfocaron, con o sin desearlo, solamente en este último aspecto.

La ubicación temática de la obra: un análisis paratextual y curatorial de In memoriam

 Como lo mencionamos anteriormente, la exposición está dividida en cinco categorías: Aire, Agua, Tierra, Fuego y Alma. In memoriam se encuentra en el grupo de Tierra, el cual solo está señalizado por un texto curatorial ubicado cerca de las obras de este conjunto (figura 2). Vale la pena mencionar que este texto no se encuentra al lado de In memoriam sino debajo de la obra que está inmediatamente a su izquierda -y que es del mismo artista- (figura 1). También es importante resaltar que el texto curatorial sí hace alusiones a la relación entre la tierra y la muerte. Específicamente, cuando hace referencia a la “Selva y Montaña. Todo lo que sube baja/ sobre esta, la tierra/ Sagrada de nuestras estirpes.” Sin embargo, contemplamos que este texto curatorial privilegia una interpretación más trascendental y etérea de la relación entre la muerte y la tierra, no hace énfasis en los contextos específicos de violencia que permean In memoriam. Si bien este texto curatorial tiene sentido con el contexto de muchas obras que se encuentran dentro de la categoría de “Tierra” -pues exploran la relación con el paisaje y la tierra -, consideramos que oculta una interpretación importante de In memoriam relacionada con un contexto de violencia.

Ocurre algo muy similar con el otro paratexto de esta obra, “La bendición nupcial”, la cual se encuentra al dorso de In memoriam (figura 4). Es importante aclarar que este es un texto curatorial, que fue puesto en la obra para la exposición y no fue puesto por el artista. Este poema tiene las características similares al texto curatorial sobre la Tierra, pues trata una dimensión más abstracta de la naturaleza pero no hace ninguna alusión concreta al tema principal de In memoriam. Tampoco nos da pistas acerca del contexto histórico de la obra, pues es un texto del siglo XIX que no tiene nada que ver con la violencia política a la cual hace alusión Antonio Barrera.

Un último paratexto que nos llamó la atención es el título mismo. El título original es In memoriam (Del portafolio Graficario de la lucha popular en Colombia) pero en esta exhibición fue presentado como In memoriam. Cualquier decisión curatorial, como vimos anteriormente, está relacionada con un acto político e institucional. En este caso, como hemos visto en el transcurso del ensayo, censurar el contexto político de la publicación de este grabado no es un acto inocuo sino políticamente cargado.

El silencio que hay sobre la violencia en la exposición fue reforzado, adicionalmente, por las obras que rodean In memoriam. Consideramos que el hecho de que todas las obras que están inmediatamente a la izquierda, derecha o debajo del grabado no traten el tema de la violencia es relevante, puesto que es parte fundamental del proceso curatorial pensar en estas yuxtaposiciones. Para justificar esto, partimos del marco teórico de Sofía González-Anaya, una antropóloga que hizo parte del equipo curatorial de la exposición “Voces para transformar a Colombia”, realizada por el Centro de Memoria Histórica en Bogotá y Medellín en el 2018. Si bien esta exposición es muy diferente a la exposición privada de Bancolombia, pues busca exponer memorias intangibles y no obras que tienen una materialidad, la autora reflexiona sobre el quehacer curatorial y las narrativas que proponen las exposiciones que tratan sobre la violencia. Así, González parte de las propuestas del antropólogo austriaco Nicholas Thomas para hablar de la importancia de la yuxtaposición entre la obra y lo que la rodea. Thomas afirma que es tarea fundamental del curador preguntarse con qué se acompañará u opondrá una obra puesto que la yuxtaposición no solo es ordenamiento sino, a veces, ensamblaje.[13] Teniendo esto en cuenta, queda la duda de cómo se realizó la agrupación de estas obras (figura 1), ya que abre la posibilidad de que se escogieran para oponer el tema de In memoriam al del resto de las otras obras. Sin embargo, no consideramos que este sea el caso pues, como ya lo mencionamos, la luz hace que se borre el tema de la violencia en vez de resaltarlo para que el observador pueda contrastarlo con las demás obras.

 

Conclusiones

Es a partir de los procesos descritos anteriormente que podemos afirmar que las decisiones curatoriales de la colección de arte de Bancolombia intentan borrar la dimensión política de In memoriam. Este tema no es solo muy presente en el grabado sino en la trayectoria e intereses artísticos del artista, Antonio Barrera. Si bien, como mencionamos anteriormente, también fue importante para el artista una introspección acerca de los sentimientos que generaban la tierra y la naturaleza, sería erróneo afirmar que esto era lo único importante en su obra y en este grabado en específico. Sin embargo, la exposición de Bancolombia hizo esto a final de cuentas, resaltando y haciendo explícita únicamente la temática de “Tierra”. Esto implica una omisión de la otra temática de la obra desde un punto de vista curatorial. Este silencio por parte del equipo curatorial no solo pasa por una falta de textos complementarios, sino por la elección de la luz que golpea la obra, la ubicación donde se encuentra, las obras que la rodean y el título abreviado. Si bien no condenamos que se enfocaran en la dimensión más introspectiva y visual del paisaje, pues la sección “Tierra” en la exposición va dirigida a esto, sí consideramos un desacierto la omisión total del tema de la violencia política en In memoriam.

Referencias

Battiti, Florencia. «Las exposiciones como formas de discurso. Algunas consideraciones sobre las muestras de artes visuales en los espacios de memoria en la Argentina». Revista de Instituciones, ideas y mercados 59 (2013): 181-90.

González-Ayala, Sofía. «Voces Para Transformar a Colombia: El Curar Inacabado de las Memorias Sobre el Conflicto Armado». Revista Colombiana de Antropología 56, n.o 1 (2020): 85-114.

Hernández, José. «Paisajes interiores: “Ideario” de Antonio Barrera, fallecido el 24 de julio en París». El Tiempo: Lecturas dominicales (Bogotá, Colombia), 12 de agosto de 1990.

Medina, Alvaro. «Antonio Barrera: abstracción y paisaje». En Procesos del arte en Colombia, 531-41. Biblioteca básica colombiana ; no. 34. Bogota: Colcultura, 1978.

Miguel, Miguel. Antonio Barrera peintures récentes : FIAC 1981. New York: CDS Gallery, 1981.

Uribe, Matilde. Fotografía de In memoriam en la exposición de Bancolombia con las obras que la rodean. Imagen propia, 2023.

Uribe, Matilde. Fotografía del texto curatorial de la sección “Tierra” en la exposición de Bancolombia. Imagen propia, 2023.

Uribe, Matilde. Fotografía de In Memoriam desde la perspectiva del observador en la exposición de Bancolombia. Imagen propia, 2023.

Uribe, Matilde, Fotografía de “La bendición nupcial” al dorso de In memoriam en la exposición de Bancolombia. Imagen propia, 2023.

[1] Alvaro Medina, “Antonio Barrera: abstracción y paisaje”, en Procesos del arte en Colombia, Biblioteca básica colombiana ; no. 34 (Bogota: Colcultura, 1978), 532.

[2] Medina, “Antonio Barrera: abstracción y paisaje”, 533.

[3] Medina, “Antonio Barrera: abstracción y paisaje”, 534.

[4] Miguel, Antonio Barrera peintures récentes : FIAC 1981 (New York: CDS Gallery), 1981.

[5] Miguel, Antonio Barrera peintures récentes : FIAC 1981.

[6] José Hernández, «Paisajes interiores: “Ideario” de Antonio Barera, fallecido el 24 de julio en París», El Tiempo: Lecturas dominicales (Bogotá, Colombia), 12 de agosto de 1990, 15.

[7] Florencia Battiti, «Las exposiciones como formas de discurso. Algunas consideraciones sobre las muestras de artes visuales en los espacios de memoria en la Argentina», Revista de Instituciones, ideas y mercados 59 (2013): 187.

[8] Battiti, “Las exposiciones como formas de discurso. Algunas consideraciones sobre las muestras de artes visuales en los espacios de memoria en la Argentina”, 185.

[9] Battiti, “Las exposiciones como formas de discurso. Algunas consideraciones sobre las muestras de artes visuales en los espacios de memoria en la Argentina”, 185.

[10] Alvaro Medina, «Antonio Barrera: abstracción y paisaje», en Procesos del arte en Colombia, Biblioteca básica colombiana ; no. 34 (Bogota: Colcultura, 1978), 535.

[11] Medina, «Antonio Barrera: abstracción y paisaje», 539.

[12] Miguel, Antonio Barrera peintures récentes : FIAC 1981 (New York: CDS Gallery, 1981).

[13] Sofía González-Ayala, «Voces Para Transformar a Colombia: El Curar Inacabado de Las Memorias Sobre El Conflicto Armado», Revista Colombiana de Antropología 56, n.o 1 (2020): 89.

[14] Matilde Uribe, Fotografía de In memoriam en la exposición de Bancolombia con las obras que la rodean, imagen propia, 2023.

[15] Matilde Uribe, Fotografía del texto curatorial de la sección “Tierra” en la exposición de Bancolombia, imagen propia, 2023.

[16] Matilde Uribe, Fotografía de In Memoriam desde la perspectiva del observador en la exposición de Bancolombia a mediodía, imagen propia, 2023.

[17] Matilde Uribe, Fotografía de “La bendición nupcial” al dorso de In memoriam en la exposición de Bancolombia, imagen propia, 2023.

Figura 1: Matilde Uribe, Fotografía de In memoriam en la exposición de Bancolombia con las obras que la rodean, imagen propia, 2023
Figura 2: Matilde Uribe, Fotografía del texto curatorial de la sección “Tierra” en la exposición de Bancolombia, imagen propia, 2023
Figura 3: Matilde Uribe, Fotografía de In Memoriam desde la perspectiva del observador en la exposición de Bancolombia a mediodía, imagen propia, 2023
Figura 4: Matilde Uribe, Fotografía de “La bendición nupcial” al dorso de In memoriam en la exposición de Bancolombia, imagen propia, 2023