Es el reconocimiento por parte del Estado, por medio del CNA, de la alta calidad alcanzada por un programa académico o por una institución de educación superior. Se trata de un proceso de evaluación y autorreflexión al que los programas y las instituciones se someten de manera voluntaria a razón de su inclinación por alcanzar los más altos niveles de calidad, niveles que sobrepasan los mínimos requeridos para funcionar, objetivo que se cumple con la obtención de un registro calificado según la normativa colombiana.

El Ministerio de Educación toma la decisión de conceder acreditaciones de alta calidad después de tres procesos: la autoevaluación, la evaluación de pares académicos y la evaluación integral por parte del CNA. En el informe de autoevaluación se condensan los argumentos y las evidencias que ofrece el programa académico o institución para postularse como candidata a la acreditación.

Lo más importante, más allá del reconocimiento, que obviamente es fundamental, es que en ese ejercicio de autoevaluación y de reflexión [para postularse a la acreditación] nos dimos cuenta de que estamos haciendo las cosas muy bien y de que la calidad que ofrecemos a los estudiantes y con la cual, de cierta manera, buscamos ser distintos se cumple. Se cumple a cabalidad. El resultado claramente es muy halagador, pero también muy coherente con lo que nosotros hacemos.

Darío Velandia, director del Departamento de Historia del Arte

La existencia de un pregrado en historia del arte sigue siendo un hecho a resaltar. El programa aún es novedoso, original y necesario en el país y en la región ya que son muy pocas las universidades en América Latina que le apuestan a la formación profesional en historia del arte.

El Pregrado en Historia del Arte ofrece profesionalización de la historia del arte en el país, lo que tiene un impacto positivo en los sectores, públicos y privados, donde se requieren personas con compentencias, conocimientos y habilidades específicas como lo son el patrimonio cultural, galerías, casas de subastas, etc.

El pregrado propone una mirada desde Latinoamérica que busca repensar y reescribir la historia del arte para, como indica Darío Velandia, «alejarnos de la mirada eurocentrista donde América Latina es una periferia y su historia y sus manifestaciones culturales son apropiadas y narradas por un otro que las ve de una manera exótica y las marginaliza». La apuesta de Historia del Arte Uniandes es, dentro de un marco de lo global, proponer una narración y una historia desde lo local.

La apuesta por una narración local propia ha tenido repercusiones como la notoriedad en el ámbito internacional: «con la revisa H-ART ya somos una voz de autoridad en el arte latinoamericano, nuestro Simposio Internacional de Historia del Arte es también una referencia no solo regional sino global. Estamos en el radar: en el circuito de la historia del arte mundial saben que Los Andes existe y que ofrece un programa que tiene esa perspectiva» explica Velandia.

El marco en el que el Estado evalúa un programa como nuestro Pregrado en Historia del Arte es el de las humanidades. «A partir de la comparación entre carreras humanísticas los pares evaluadores pueden evidenciar qué nos hacía distintos a nosotros». Bajo esa sombrilla, Historia del Arte Uniandes se destaca por la cantidad y calidad de la investigación de la planta docente; el desempeño de los estudiantes en los semilleros, monografías de grado y prácticas profesionales y, especialmente, por la presencia de sus egresados en puestos laborales relevantes o en plazas de estudios de posgrado en universidades en el exterior.

Internacionalización: el Departamento está trabajando para mejorar las posibilidades de que estudiantes de otros países vengan a Los Andes a estudiar Historia del Arte.

Empleabilidad: 

“Nuestros egresados, por las competencias que adquieren, pueden llegar a ejercer cualquier profesión del futuro y la van a desempeñar seguramente de una mejor forma que egresados de otras carreras, a los que no se les ofrece otras competencias o habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad o la ciudadanía global, por ejemplo, con eso tenemos que ampliar la óptica del panorama laboral de nuestros egresados. Ese es el reto, junto con otras estrategias prácticas como talleres de empleabilidad y encuentros para que entren en una red fuerte de networking, para mantener una comunidad cohesionada”, explica Velandia.

Esta acreditación es un logro que surge del trabajo de dos años y medio de todos los miembros del Departamento, particularmente Verónica Uribe exdirectora, Darío Velandia, actual director, Yanneth Reyes, gestora académica y la ayuda de la egresada Nicole Cartier.