La crudeza de lo efímero: apuntes sobre Ed Underwear #1 (2002) de Billy Sullivan
La crudeza de lo efímero: apuntes sobre Ed Underwear #1 (2002) de Billy Sullivan
Por Pablo Añez Held
La obra del estadounidense Billy Sullivan (n. 1946), de corte bohemio y factura importada del pop art, evoca escenas y espacios de la vida de su familia y amigos como un recurso para explorar la cotidianidad de la esfera artística-queer neoyorkina, en la que pone en interacción intimidad y erotismo. Particularmente, la acuarela titulada Ed Underwear #1 (2002), albergada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, retrata, bajo una perspectiva superior acentuada, a un joven semidesnudo estirando el elástico de su pantaloncillo para revisarse el pene con la mano izquierda, mientras en la derecha sostiene un cigarrillo encendido. El artista marca un punto de vista vertical exagerado y juega con el escorzo y la sutileza de la acuarela para capturar un momento privado, una escena de desnudez cotidiana en un estado intermedio entre lo íntimo y lo voyerista [1].
Conforme a lo anterior, es factible estudiar la pieza a partir de dos aproximaciones. Por un lado, se destaca el análisis material y técnico, donde resaltan elementos como la perspectiva, el color y el sutil detalle que la acuarela proporciona al artista, cuya enorme producción se encuentra atravesada por los medios acuosos. Por otra parte, Ed Underwear #1 ejemplifica el uso de la acuarela como una herramienta para capturar lo íntimo y lo efímero, escenas que enmarcan la vida diaria sin el peso intelectual o alegórico que exigían las vanguardias previas [2]. A Sullivan hay que atribuirle una innovadora visión de la cotidianidad como medio de documentación, construida desde la simplicidad y la desidealización del sujeto. A continuación, se revisan estas nociones a la luz de la trayectoria artística de Sullivan y su incursión en la técnica de la acuarela.
El trabajo de Sullivan está compuesto, primordialmente, por fotografías desordenadas cuyo único propósito es servirle para su labor de “cronista” [3]. Sin ninguna intención más que la espontaneidad y la documentación, el artista transforma algunas de estas fotografías (sin orden cronológico o temático aparente) en retratos y escenas de género haciendo uso de medios diversos como acuarela, pastel, óleo y tinta [4]. De allí nace Ed Underwear #1, una acuarela de formato medio compuesta por tres piezas de papel en la que Sullivan estudia la desnudez masculina desde una extrema perspectiva vertical. Formalmente, la pieza recurre al contorno, el escorzo, el color contrastado y el uso del blanco del soporte para construir la imagen del joven. La pincelada suelta de Sullivan evoca el cuerpo masculino con sutileza; involucra la luz natural y experimenta con el color en torno al cabello del sujeto, cuya forma y textura pueden deducirse tan solo a partir de unas cuantas pinceladas cafés, azules y púrpuras. El artista también incluye detalles como pecas y manchas sobre la piel, una delgada cadena dorada que cuelga alrededor del cuello, y un cigarrillo encendido que sostiene entre su dedo medio e índice derecho. El joven semidesnudo se observa mirando hacia abajo, dirige la vista hacia su pene, que examina con tres dedos de su mano izquierda a medida que estira el elástico de su pantaloncillo con el exterior de su palma y el pulgar derecho.
A pesar de mantener pinceladas sueltas, Sullivan recurre al uso de contornos y sombreados delicadamente enunciados que mantienen la proporcionalidad y la profundidad de la imagen. La contextura delgada y la musculatura del joven se representan gracias al experto uso del color, el contorno y el sombreado; sin los cuales se observaría una figura plana y una perspectiva malograda. En este juego de contraste, destaca igualmente el uso del blanco del papel, presente en toda la figura, desde el cuero cabelludo hasta la luz reflejada en la piel clara, el pantaloncillo, el cigarrillo y la media que cubre su pie derecho. En esta pintura se exhibe la experiencia del artista como fotógrafo y descendiente del pop art. De acuerdo con el crítico William Simmons, Sullivan recurre a un lenguaje complementario de abstracción y figuración que documenta una escena cotidiana, intimista al tiempo que niega, mediante la perspectiva, el impulso voyerista del espectador que desea ver más [5]. El uso de la acuarela le permite improvisar texturas y patrones en la producción de retratos y escenas fugaces, astutamente congeladas en el momento adecuado [6]. En este caso, Ed Underwear #1 se sirve del medio para enfatizar la materialidad y el físico masculino. El cuerpo del hombre, frecuentemente retratado desde la virilidad y la fortaleza, se evoca aquí, con la sutileza de la acuarela, desde la inocencia del espacio privado y la vulnerabilidad implícita en el desnudo [7].
Teniendo en cuenta el interés por la documentación de lo cotidiano que inspira la producción artística de Sullivan, es posible estudiar esta obra a partir del vínculo que la acuarela establece entre la pintura y lo efímero. El artista combina identidad, historia y medio para construir un corpus de obras fotográficas que actúan como testigo de la cotidianidad en su crudeza y desidealización, convirtiéndose posteriormente en una plantilla para dibujos y pinturas. Para comprender este impulso, es vital retornar a la formación de Sullivan dentro del célebre estudio de Andy Warhol, The Factory. Sullivan es inseparable del pop art, de la escena queer y de la élite artística neoyorkina de los sesenta y setenta. Para Koerner, el artista indaga sobre la identidad a partir de escenas despojadas de la vanidad y el retoque excesivo [8]. Aunque su estética individual se deriva del pop e incluso se acerca al erotismo homosexual, sus obras evocan su propia intimidad, su vida privada. Las escenas de excesos y la vida bohemia neoyorkina reflejan la cotidianidad del artista y sus círculos sociales al desnudo; configuran postales de momentos efímeros como aplicarse lápiz labial antes de salir a una fiesta o rascarse el miembro mientras se fuma un cigarrillo (Figura 2).
De forma contestataria, propia del legado warholiano, artistas como Sullivan entablan correspondencias entre medios, técnicas y géneros en un esfuerzo para deconstruir la rigidez estética, estilística y formal del relato vanguardista y la historia del arte europeo y norteamericano [9]. Depositar la mirada sobre las Cajas Brillo, las sopas Campbell o el rostro de Marylin Monroe no configuran casualidades creativas, sino un giro hacia las estructuras culturales y la secuenciación de lo común, justamente hacia lo popular. Aunque el mismo Sullivan no trabaja medios como la serigrafía o la litografía, el acceso a estas técnicas y a los artificios de forma y color pop transforman su aproximación a lo plástico, evidente en sus dibujos, pinturas y fotografías. Sullivan alcanza su madurez artística tras el rastro de artistas como Warhol y Ray Johnson, y el prospecto de la reproducibilidad fotográfica para capturar lo cotidiano. Su sensibilidad es propia del momento histórico que lo atraviesa, no solo marcada por el pop, sino también por la contracultura y una conciencia renovada de lo queer. El mismo artista encuentra en el arte un recurso para enfrentarse a la condición humana que lo rodea: excesos, drags, teatralidad, viajes, privilegios, lujo y la muerte y estigma derivados de la crisis por el VIH-SIDA a finales del siglo XX [10].
De esta forma, Sullivan busca construir su sentido artístico a partir del enlace entre su experiencia personal, la de sus familiares, amigos y amoríos, e incluso la del espectador. El artista estudia la escena neoyorquina como su “corte imaginaria”, andrógina e histriónica [11]. En este mundo bohemio y atemporal, Sullivan oscila entre la mirada del voyeur, morbosa y escondida tras los lentes y los pinceles como medio de acceso a la intimidad del sujeto, y la del flaneur, quien mira con cuidado la cotidianidad con cierta inocencia melancólica, preocupado por lo fútil y lo fugaz [12]. El mismo artista buscaba escapar la categoría de “voyerista”, abogando por la participación constante del sujeto en una especie de construcción intersubjetiva de la imagen [13]. En su estudio sobre Sullivan, Simmons asegura que su obra es inseparable del discurso sobre la identidad, tan popular en el marco del arte contemporáneo. Textualmente, el autor señala que Sullivan “lleva al borde de la representación, en dónde el cuerpo está en un estado de conversión, justo en cuanto es creado, se enfrenta a la aniquilación” [14]. Así, la formación del sujeto escapa la idealización y el fetichismo para dejarlo, literal y figurativamente, al desnudo [15].
En este sentido, lo efímero se transforma en sí mismo en valor artístico. Es posible establecer un vínculo entre este despojo de apariencias construidas en la representación del sujeto y lo acuoso. Parecería no ser casual la elección de la acuarela para representar una escena íntima como la que se construye en Ed Underwear #1, donde la imagen es apenas enunciada entre pinceladas semisaturadas y transparencias, una mirada figurativamente similar a un vistazo fugaz y efímero. Mirar dos veces, desde una perspectiva exagerada en contrapicado (tal como un ser omnipresente que el sujeto retratado ignora en su intimidad), implica involucrarse demasiado dentro de la escena. Para que la intimidad permanezca tal y el espectador no cruce la frontera del voyerismo, es necesario capturar lo íntimo como fugaz, de la misma forma en que ocurre la misma acción en el mundo real. El sujeto retratado no se quedará estático o pasmado ante su miembro; el acto de revisarse le tomará tan solo algunos segundos. La acuarela, entonces, revela una cierta intencionalidad acuosa, no solo en un obvio sentido material, sino en un sentido metafórico. Pensar Ed Underwear #1 al óleo, por ejemplo, configura una idea distante, una relación incómoda entre género y técnica que no es común en el marco de la historia del arte occidental. La acuarela brinda cierta pureza e ingenuidad, situada entre la pintura y el dibujo, el quehacer “superior” e “inferior” en el arte. El medio, incluso sin quererlo, carga un sentido histórico del que es inseparable.
En últimas, las obras de Sullivan evocan aquello que Koerner describe como la luminosidad del ser. En sus palabras, “la pintura de Sullivan en ocasiones parece como si se hubiera corrido una cortina y una luz brillante cayera sobre los sujetos, trayendo claridad, pureza e incluso inocencia a estas vidas” [16]; una afirmación pertinente a la luz del estudio de piezas como Ed Underwear #1. Sin ser explícitamente una exploración metafísica o trascendental, esta acuarela se relaciona con una concepción espiritual del arte de lo cotidiano. Para el mismo artista, su obra “se trata de descubrir cómo ser positivo, se trata de aceptar la vida, de enfrentarse a ellos [los sujetos retratados]” [17]. Lo efímero y cotidiano, lo aparentemente simple o vacío de contenido histórico, encuentra en el arte de Sullivan una plataforma para reivindicar el espacio privado desde una óptica aparentemente despojada del fetichismo y del voyerismo, así como sin la justificación intelectual o alegórica de las miradas vanguardistas pre-pop. Lo íntimo se evoca aquí con cierta crudeza, sin la carga moral que idealiza o erotiza la desnudez; hecho adquiere mayor relevancia ante la evocación del desnudo masculino. Ed Underwear #1 explora una visión íntima de la autoexploración y la fugacidad de un momento cotidiano que no parecería ser digno de representación en el arte. Sullivan retoma estos espacios y sujetos para darles protagonismo en el marco del arte pop contemporáneo. En este caso, la obra es inseparable del medio en el que está inscrita, cuya elección y formato no podrían ser más adecuados para representar lo cotidiano en su carácter acuoso y fugaz.
Bibliografía:
Fyfe, Jon. “Billy Sullivan at Nicole Klagsbrun.” Art in America (junio-julio 2006): 187 188
Kane, Lauren. “Don’t Delete: A Visit with Billy Sullivan.” The Paris Review, febrero 17 de 2022. https://www.theparisreview.org/blog/2022/02/17/dont-delete-a-visit-with-billy-sullivan/
Koerner, Oliver. “The Lightness of Being: Billy Sullivan”. En Still, Looking Works 1969-2016, 60-67. Zurich: Edition Patrick Frey, 2016
Schjeldahl, Peter. “Fame Theory.” En Billy Sullivan’s Photographs. Nueva York: Artipix, 2001.
Simmons, William. “Billy Sullivan: Late to the Party.” En Still, Looking Works 1969-2016, 273-279. Zurich: Edition Patrick Frey, 2016
Sullivan, Billy. “Billy Sullivan.” Entrevista realizada por Saul Ostrow. BOMB Magazine, no. 50, invierno 1994/1995, 52-57
[1] William Simmons, “Billy Sullivan: Late to the Party,” en Still, Looking Works 1969-2016 (Zurich: Edition Patrick Frey, 2016), 273-279
[2] Ibid.
[3] Billy Sullivan, “Billy Sullivan”, entrevista realizada por Saul Ostrow, BOMB Magazine, no. 50, invierno 1994/1995, 52-57
[4] Lauren Kane, “Don’t Delete: A Visit with Billy Sullivan,” The Paris Review, febrero 17, 2022
[5] Simmons, “Late to the Party: Billy Sullivan,” 273-279
[6] Jon Fyfe, “Billy Sullivan at Nicole Klagsbrun,” Art in America, (junio-julio 2006): 187-188
[7] Simmons, “Late to the Party: Billy Sullivan,” 273-279
[8] Oliver Koerner, “The Lightness of Being: Billy Sullivan,” en Still, Looking Works 1969-2016 (Zurich: Edition Patrick Frey, 2016), 60-67
[9] Simmons, “Late to the Party: Billy Sullivan,” 273-279
[10] Ibid.
[11] Koerner, “The Lightness of Being: Billy Sullivan,” 60-67
[12] Peter Schjeldahl, “Fame Theory,” en Billy Sullivan’s Photographs (Nueva York: Artipix, 2001)
[13] Simmons, “Late to the Party: Billy Sullivan,” 273-279
[14] Ibid.
[15] Ibid.
[16] Koerner, “The Lightness of Being: Billy Sullivan,” 60-67
[17] Schjeldahl, “Fame Theory”